Algunas compañías realmenta nos han llegado a sorprender gracias a las soluciones increíbles que están proponiendo como alternativa, al uso de envases de alimentos comestibles y que cuentan con residuos nada recomendables. La soluciones se están dando y de hecho comenzamos a ver nuevas e interesantes propuestas de envases de alimentos comestibles pero ¿estamos los clientes dispuestos a comprar los alimentos en otros envoltorios y envases que no sean los que estamos acostumbrados?.
Envases de alimentos comestibles
No tiene sentido que un alimento único que se consume en cuestión de minutos o incluso segundos deje detrás de sí un pedazo de embalaje que perdurará en la Tierra durante años. Piense en cualquier alimento que te comas a diario o de manera regular y que lleve un envoltorio de plástico, un mini envase de yogur por ejemplo, o una bolsa de patatas, o una botella de zumos. Estos elementos, junto con muchos otros, ofrecen una satisfacción fugaz a nuestro estómago pero que es un costo a largo plazo para el planeta, si el destino es un vertedero o los procesos enrevesados y poco fiables de una instalación de reciclaje.
Afortunadamente, existe un número creciente de gente con conciencia que se preocupan por la cantidad de residuos que generan los envases y envoltorios, y que eligen no comprar los artículos antes mencionados, precisamente por el hecho de que los envases acabarán siendo residuos tras el consumo. Si bien estas personas son las que marcan una gran diferencia en sus propias vidas, por desgracia su influencia en el resto de la sociedad es limitada.
Ahí es donde la industria del envase podría intervenir y reinventar el envasado de alimentos para que estos sean mucho más sostenibles, quizás incluso inexistentes. Según un artículo publicado en The Guardian, hay algunos avances realmente fascinantes del mundo de los envases libres de residuos, pero la gran pregunta es si los consumidores están psicológicamente preparados para ello. La compra de las manzanas y los panecillos directamente de una caja en el supermercado es una cosa, pero que nos encontremos que nuestro “pack” de yogurs se venda en bolas que son comestibles es un tipo diferente de experiencia.
Los compradores no están acostumbrados a ver como ciertos alimentos que se venden sin su embalaje, aunque si que se siente cómodos con otros elementos, tales como los productos horneados y productos, que se venden sueltos. Es hora de superar esa barrera mental.
The Guardian describe que una compañía llamada WikiFoods (imagen de arriba) “envuelve una amplia gama de alimentos y bebidas en envases de plástico gratuitos y comestibles hechos de ingredientes naturales”, como las pieles de protección en las frutas. Los primeros productos comerciados por WikiPearls fueron pequeñas bolas de helado y yogurt congelado con pieles comestibles y se vendieron en 2013 en Estados Unidos y en Francia.
Por otro lado, una empresa sueca llamada Tomorrow Machine ha lanzado una serie de paquetes de alimentos entre ellos un “paquete aceite”, realizado en azúcar caramelizado recubierto con cera, y en el que el envase tiene la misma vida útil que los alimentos que contiene, mientras que el “paquete de batido” está hecho de algas y agua, y se seca a la velocidad en la que te lo bebes. Otro paquete hecho de cera de abeja se pela para abrir y puede contener ingredientes secos como el arroz o la harina. Por desgracia, de momento estos paquetes que contienen alimentos no se han puesto todavía a la venta.
De este modo y aunque estas innovaciones son fascinantes y sensibles, es probable que pase un tiempo antes de que lleguen a las estanterías de los supermercados y tiendas de comestibles, así que mientras tanto los consumidores tenemos que evitar los envases y envoltorios actuales en la medida que podamos, comprando a granel siempre que sea posible, y con bolsas reutilizables.
